¿Seremos todos los cristianos Reyes y Sacerdotes?

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Obediencia la clave para agradar a Dios

Imaginemos un País en donde todos fueran presidentes de la república, o todos fueran alcaldes o todos fueran Gobernadores, ¿imagine el caos que esto traería?… Sin embargo, es común escuchar en los diferentes ámbitos cristianos que todos los creyentes seremos Reyes y Sacerdotes en el Reino de Dios. En este estudio analizaremos este tema porque considero importante que los cristianos sepan cuales deben ser sus expectativas respecto al Reino de Dios y las acciones que debe tomar para alcanzarlas.

En primer lugar quiero recalcar que nada de lo que los cristianos nacidos de nuevo puedan hacer por su propia cuenta sirve para agradar a Dios, es únicamente la gracia derramada sobre nosotros la que puede darnos la capacidad de reconocer y entender el propósito de Dios, y por lo tanto, actuar en base a esa revelación Divina para cumplir con su voluntad. Desde el antiguo tiempo los seres humanos hacemos lo que por naturaleza nos parece correcto, esto obviamente, ha llevado a la humanidad al nivel en el que se encuentra en la actualidad, esto es, millones de personas siguiendo enseñanzas de hombres, muchos de ellos, totalmente alejados de las escrituras y otros cientos de miles de cristianos están separados de sus hermanos en la fe, por doctrinas que en la mayoría de los casos son suposiciones o herencias de sus antepasados.

El resultado de esta división, es el odio entre hermanos que reflejan perfectamente el estado de la iglesia en general. La iglesia de Jesucristo esta dividida y en desobediencia puesto que rechazan seguir uno de los mas importantes mandamientos de Jesús “ 34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” Juan 13:34-35

Existen diferencias tan grandes entre las diferentes denominaciones que muchos lideres se encogen de hombros diciendo que es imposible cumplir este mandamiento. ¿Por qué? ¿No debería la palabra de Dios unirnos en lo lugar de dividirnos? Miles de cristianos enfrentan la disyuntiva de elegir entre lo que esta escrito en la Biblia y que el Espíritu Santo les confirma o decidir por lo que sus pastores enseñan. Es increíble como escrituras tan claras y evidentes sean puestas en tela de juicio por aquellos que dicen ser siervos de Dios. Ellos prefieren conservar SU costumbre que obedecer la palabra de Dios.

Otros mas espirituales dejan a un lado las escrituras porque dicen ser guiados por el Espíritu Santo, cuando en realidad están siguiendo los dictados de su corazón, tal como el pueblo de Israel hizo en el antiguo tiempo. Ellos prefirieron confiar en sus propias fuerzas y dejaron a un lado el consejo de Dios, en la actualidad muchos cristianos prefieren confiar en títulos, recursos económicos y numero de miembros de su denominación que en Dios. Por ejemplo, la escritura en ocasiones mandó a su pueblo a estar quietos y en otras a actuar; sin embargo, ellos cayeron en el error de “actuar” cuando el Señor ordenaba lo contrario, esto trajo graves consecuencias para ellos “ 15 Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis, 16 sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto, serán veloces vuestros perseguidores. 17 Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte, y como bandera sobre una colina” Isaías 30:15-17

Esta es la misma situación que enfrentamos en nuestros tiempos, puesto que cuando el Señor nos ordena “descansar en el”, actuamos tratando de hacer algo por Dios, y por el contrario cuando Dios nos ordena movernos conforme el nos guie, hacemos todo lo contrario. Las consecuencias de desobediencia y el premio a la obedienciaTodo cuanto hagamos, sea bueno o malo, traerá consecuencias para nuestra eternidad. Los apóstoles comprendieron esto y actuaron conforme a las ordenanzas de Dios y siendo guiados por el Espíritu Santo para actuar en ese sentido, por ejemplo, encontramos en el libro de los Hechos 13 como los discípulos esperaban la guía de Dios para ir a algún lugar o quedarse en donde se encontraban; sin embargo, existen algunas normas o mandamientos que requieren de nuestra absoluta obediencia, puesto que fueron tan claras que no necesitan mas confirmación que la que ya tenemos en la Biblia.

Si la palabra de Dios dice que la fornicacion es un pecado muy grave, no debemos “razonar” si debemos o no cuidarnos de no caer en ese pecado, simplemente obedecer, porque infringir esa ley traerá consecuencias eternas. Pablo nos brinda una perspectiva diferente a la obediencia, y nos dice que nos “esforcemos”, es decir, no basta con cumplir el mandamiento sino que debemos hacer más de lo que se nos ordena a fin de alcanzar una mejor posición en el Reino de los cielos. “ 23 Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él. 24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.” 1 Corintios 9:23-25

Este “premio” es el pago que Dios entregará a cada uno de nosotros conforme a nuestras obras, pero no cualquier obra, sino, aquellas que específicamente Dios manda hacer “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” Apocalipsis 22:12 estos versículos difieren mucho de la posición muchos líderes que predican que todos los cristianos somos iguales de delante de Dios, cuando la escritura no dice tal cosa. Lo que si menciona la Biblia es que Dios no hace acepción de personas (Hechos 10:34, Romanos 2:11, Gálatas 2:5-7, Efesios 6:9, Colosenses 3:2, Santiago 2:1 Santiago 2:9)“Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación”1 Pedro 1:17

NO hacer acepción de personas significa que Dios «no excluye a nadie» de la oportunidad de vivir eternamente, a todos nos brinda la opción de creer en su Hijo, unos reconocen que Jesús es el Mesías, pero no le creen a el por cuanto no obedecen sus preceptos. De manera que los hombres son quienes pierden la oportunidad de ser salvos y obtener la vida eterna cuando pecan y se apartan de los caminos del Señor. De igual forma Dios tampoco exceptúa a nadie del Juicio que esta destinado para que TODOS los hombres, porque nuestras obras son las que hablaran por nosotros en el día del Juicio “ 4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? 5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras” Romanos 2:4-5

Dios no dejara a nadie fuera de este juicio puesto que el mismo a determinado que TODOS los hombres muramos una sola vez y luego nos presentemos delante de su presencia para ser juzgados Hebreos 9:27.Pero al igual que un padre de familia se alegra en aquellos hijos que son obedientes y los honran; igualmente Dios se complace en aquellos hijos, que son obedientes y cumplen su voluntad. Pero… no todos los creyentes actuamos de la misma manera para agradar a Dios, eso si, ¡creemos que estamos haciendo su voluntad! de manera que nuestra recompensa no dependerá de lo mucho que »pensamos obedecer a Dios«, ¡¡¡sino de las cosas que hacemos para cumplir con su voluntad!!!Es así como nuestro esfuerzo por actuar en su voluntad será recompensado el día que Jesús venga a establecer su Reino en la tierra “ 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. 25 Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.” Colosenses 3:23-25.

Cada buena obra que hagamos para Dios, que sea conforme a su voluntad, no quedara sin recompensa “ 41 El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. 42 Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa” Mateo 10: 41-42 es decir, si hacemos algo a sus siervos, por muy insignificante que parezca, Dios nos recompensará; pero debemos poner atención a este detalle. Dios se refiere a “SUS PROFETAS Y SUS DISCIPULOS” no de todos los que dicen ser siervos de Dios y no lo son, de modo que no se refiere a todos los falsos profetas y falsos maestros que dicen representar a Dios y obran conforme a las obras de las tinieblas.

La carrera de la Fe

Este concepto es muy fácil de mencionarlo pero muy difícil de discernir, puesto que la carrera que debe correr el cristiano, es frecuentemente utilizada para referirse a la constancia o perseverancia en la doctrina de tal o cual denominación; es decir, se hace énfasis en la asistencia a las reuniones aduciendo que »no debemos dejar de congregarnos«. Haciendo un paréntesis en este punto puedo mencionar que congregarnos es únicamente “reunirnos” tal como se podrían reunir un grupo de amigos para disfrutar de una taza de café (o te) alrededor de una platica amena e interesante. Porque la palabra hebrea para congregarse es: “qahal” (lh;q’), que significa «congregarse o reunirse» como un qahal en situaciones de conflicto o guerra, con fines religiosos y para juicios: «Entonces Salomón reunió ante sí en Jerusalén los ancianos [qahal] de Israel» (1 Reyes 8:1).Es decir, no importa con cuantas personas se reúnan para aprender y hablar de la palabra de Dios… eso… es congregarse.

Jesús dijo que bastaba con DOS o TRES personas reunidas en su nombre para que él, estuviera entre ellos “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” Mateo 18:20 Esto obviamente, es un atentado en contra de las costumbres religiosas que dictan que una congregación la constituye un edificio en donde se reúne un (buen) grupo de personas, un Pastor único, un conjunto musical y que todos asistan todos los domingos y en algunos casos, uno o dos reuniones en medio de la semana en dicho local. De modo, que la carrera del cristiano se convierte en una religiosa asistencia a los cultos, lo cual produce que el cristiano dirija su obediencia hacia las autoridades locales en lugar de la sujeción a Dios.

Los líderes se convierten en “la cobertura espiritual” o la autoridad inmediata que toma en sus hombros la responsabilidad de dirigir la vida espiritual de toda la membrecía, pero no solo eso, sino que ellos determinan que clase de cristiano es usted. Algunos de los parámetros utilizados para medir la estatura espiritual del creyente, es por ejemplo, si es un fiel asistente a las reuniones de su respectiva congregación. Mejor aun, si usted entrega diezmos y ofrendas sin falta, ellos lo podrán llamar “fiel en lo poco” y por lo tanto, apto para ejercer algún puesto de autoridad dentro de la congregación, si es que cumple al pie de la letra con los cánones de la organización.

Ellos, los lideres, se convierten en sus jueces puesto que están determinando por aspectos externos que clase de cristiano es usted, es así, como un hombre o un grupo de hombres establecen un juicio para medir al buen y mal cristiano. Ahora consideremos las carreras de algunos cristianos que no caminaron en base a los estándares de la religión, sino, que en base a la voluntad de Dios. Meditemos por un momento en un hombre de fe cuyo ministerio fue nada menos que anunciar la llegada del Mesías prometido cuando nadie lo hacia. Dicho ministerio aun cuando fue uno de los más cortos en la historia, fue efectivamente uno de los más poderosos de todos los tiempos. Jesús se refirió a él como el mas grande de todos los hombres nacidos de mujer: “Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él” Lucas 7:28 ahora bien, si valuamos el ministerio de Juan el Bautista con los parámetros modernos, podríamos considerarlo como un fracaso ministerial, puesto que nunca construyó un local donde funcionara su “iglesia”; tampoco construyó escuelas, orfanatos, hospitales ni nada semejante.

También consideremos que Juan el Bautista comenzó su ministerio desde su infancia aunque este, no fuera conforme al estereotipo de la época, en aquel entonces, ya existían escuelas bíblicas donde preparaban a los sacerdotes y líderes religiosos tal como Pablo fue preparado por Gamaliel Hechos 22:3. En cambio Juan el Bautista creció apartado del mundo, vivía en una cueva en el desierto hasta la edad de los 30 años, en la actualidad lo describirían como un “loco ermitaño” o el líder de alguna “secta fanática”. NO hay registros de lo que Juan el Bautista hizo durante su juventud, la palabra de Dios solo menciona que vivía en el desierto y que comía miel silvestre y langostas Mateo 3:3-5. De modo que se presume que antes de su aparición publica nunca hizo algo sobrenatural o que fuera diferente a lo establecido hasta esa época.

Los años que Juan permaneció en el desierto fue el tiempo que Dios utilizo para forjar su carácter, el simplemente espero el momento de Dios para comenzar su ministerio; en nuestro tiempo, esa actitud la consideran como tiempo perdido, puesto que no “produce” frutos conforme a los estándares religiosos, que giran en torno a ritos y costumbres religiosas vacías en las que no se manifiesta la presencia de Dios.En cambio Juan manifestaba una presencia poderosa del Espíritu Santo cual nunca había experimentado el pueblo de Israel en mucho tiempo; bastó menos de un año para que Juan atrajera a multitudes arrepentidas de sus pecados y preparadas para recibir al Mesías prometido. La gloria de Dios se mostraba por medio de las palabras que salían de la boca del ermitaño que nunca asistió a un seminario teológico o a alguna Universidad cristiana, nunca se graduó de Pastor ni de profeta, no tenia credenciales que lo facultaban para tener una congregación y nunca se congrego en un local alfombrado. Si lo ponemos en perspectiva, Juan no se adaptaría a ninguna de las “denominaciones” cristianas modernas, seria un “inadaptado” y un “divisionista” que no se conforma con las predicas de su Pastor.Juan seria considerado un rebelde que no se somete a sus autoridades, y si él viviera en la actualidad lo podrían expulsar de más de una congregación. Juan seria un hereje o un endemoniado que insulta a sus autoridades llamándolos “generación de víboras” Mateo 3:7, Lucas 3:7 o “Hipócritas” o “sepulcros blanqueados”.

Además, si consideramos la corta carrera de Juan el Bautista comparado con el “éxito” que ha alcanzado algún famoso predicador en 40 años de ministerio, que se jacta de haber predicado el evangelio en todas partes del mundo, que ha conocido a los mas altos dignatarios, que ha cenado con los mas influyentes hombres de negocio, que ha establecido ministerios en todas partes del mundo y cuya membrecía se estima en varios miles de miembros, sin duda, Juan el Bautista seria considerado como un falso profeta. ¿Qué piensa usted?… ¿Recibiría a un total desconocido cuyas palabras impactan lo mas profundo de su ser, que revelan su pecado y que lo podría ofender, pero que en el fondo de su corazón sabe que tiene la razón? o ¿lo vería de reojo desconfiado creyendo que es uno de esos fanáticos religiosos que surgen todos los días y lo rechazaría?.

Seguramente muchos creerían que es un enviado de Dios y miles también lo creería un fanático religioso. El problema radica en valorar el ministerio de una persona o la vida misma de esa persona, según los estándares del mundo. Si tiene muchos seguidores, es un líder. Si tiene dinero, es un triunfador. Si ha conseguido lo que quiere, es un hombre de éxito. En cambio, conforme a las escrituras los parámetros son otros, sino veamos los siguientes versículos que muestran el ejemplo de un verdadero siervo de Dios “ 32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. 35 Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. 36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. 37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; 38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. 39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; 40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros” Hebreos 11: 32-40

Las carreras de muchos de estos hombres, al igual que Juan el Bautista terminaron en muertes trágicas y violentas; sin embargo, alcanzaron buen testimonio “DELANTE DE DIOS”. Irónicamente estos hombres de Dios fueron SIEMPRE despreciados por los hombres. ¿No le parece contradictorio? Mientras los hombres ven a los siervos de Dios como una amenaza para su vida religiosa, Dios los envía al matadero para otorgarles lo más sublime que hombre alguno pudiera desear, esto es, vivir en gloria junto con su creador eternamente. En base a este ejemplo, reflexionemos por un momento, y preguntemos:… ¿que hicieron estos hombres de Dios… que no hacemos nosotros? Podríamos decir como el apóstol Pablo: “y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes apóstoles.” 2 Corintios 11:5 todos los cristianos hemos sido llamados por Dios para hacer su obra en la tierra, TODOS absolutamente tenemos una labor que desempeñar en el Reino de los cielos, por lo tanto, no existe división entre los Laicos y los ministros, puesto que TODOS nosotros fuimos establecidos por Dios para ser ministros competentes en este nuevo pacto 2 Corintios 3.

La carrera del cristiano no tiene nada que ver con la asistencia, constancia o perseverancia a una congregación tal como la costumbre religiosa enseña, sino, en llevar nuestra vida por el camino de la verdad aunque esto implique contradecir al mundo y en especial a la misma iglesia cristiana. Cuando sea revelada la voluntad de nuestro Padre celestial a toda la cristiandad, podremos entender que la “carrera del cristiano” es caminar en justicia y verdad. El resultado lógico de vivir en rectitud serán frutos de bondad y misericordia, semejantes a los que produjeron los primeros cristianos. De manera que todo cuanto hagamos en nuestra vida que sea conforme a la escritura, podremos recibir la aprobación de Dios, de lo contario, lo único que nos espera es el justo pago por nuestra desobediencia.

No todos serán Reyes y Sacerdotes

Millones de creyente siguen pensando que cuando mueran “pasaran a la presencia del Señor y caminaran por las calles de oro, gobernando como Reyes y Sacerdotes”. Si bien es cierto que la escritura menciona que Dios hará para si Reyes y Sacerdotes no significa, que “todos” los cristianos estaremos en esa categoría; este linaje santo será establecido por medio de la iglesia. En otras palabras, la Iglesia es como una especie de incubadora en la cual Dios ha depositado su naturaleza Divina, la cual producirá hijos de Dios semejantes a su primogénito Jesucristo. Esto lo podemos apreciar muy claramente en la iglesia del primer siglo ya que los discípulos eran tan parecidos a su maestro que la gente reconocía que ellos habían estado con Jesús, y los empezaron a llamar “CRISTIANOS& #8221; Hechos 11:26.

La medida o el estándar de Dios es su Hijo Jesucristo de modo que todos los creyentes somos llamados a alcanzar la estatura del varón perfecto, es decir, somos llamados a ser semejantes a Cristo porque el Padres así lo ha determinado Efesios 4:12-14, Dios no se conforma con menos que perfección y eso es lo que demanda de sus hijos. Los primeros cristianos cumplieron con varios requisitos que todos nosotros debemos cumplir también, esto es, que el privilegio de ser Reyes y Sacerdotes depende de varios factores que veremos a continuación:

1- La elección de Dios

Aunque suene muy duro, la verdad es que estar en el grupo de Reyes y Sacerdotes no depende de lo que hagamos o de cuanto lo deseemos, sino de si somos elegidos por Dios o NO. De manera que Si Dios NO nos ha escogido por el puro afecto de su voluntad, nunca podremos entrar en ese grupo privilegiado. “Porque muchos son llamados, y pocos escogidos”. Mateo 22:4 de modo que el primer paso para llegar a ser Rey o Sacerdote es que Dios nos haya elegido. La elección de Dios no es conforme a los parámetros del mundo como lo dijimos anteriormente, puesto que el cristiano evalúa a un siervo de Dios conforme a los éxitos alcanzados o si este trae consigo credenciales de algún seminario que lo autoriza como ministro del Señor; sin embargo, Dios mira lo profundo del corazón del hombre y no sus capacidades o títulos “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”1 Samuel 16:7

La tarea de elegir le corresponde exclusivamente a Dios, de modo nosotros no podemos influenciar la elección de Dios en ninguna manera, pero tampoco sabemos si somos elegidos hasta que lleguemos a conocer a Dios y su voluntad, de tal manera que podamos exclamar como Pablo: “…me está guardada la corona de justicia…” 2 Timoteo 4:8. Todos los hombres y mujeres que Dios ha elegido fueron tomados desde antes de la fundación del mundo para ser parte del Reino de Dios, son seres especiales por la elección de Dios, porque el es quien los capacita, los moldea conforme al carácter de su hijo Jesucristo y los lleva a través de la prueba para que sean afinados como el oro.

Estos hombres no son más altos o más hermosos que los demás, pero llevan en su interior la imagen de su Padre que esta en los cielos, estos seres que se confunden entre los demás y pasan desapercibidos serán coronados de Gloria y majestad tal como Jesús lo hizo. Los elegidos fueron predestinados por Dios para heredar de su Padre todas las cosas junto con el primogénito de muchos hijos. Jesucristo es el primero de muchos hermanos que compartirán la vida en si mismos y la facultad de regir las naciones, porque serán como su Padre “ 28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.” Romanos 8:28-30

Nadie sabe en que posición estará y cuanto poder le será entregado, pero la escritura dice que seremos semejantes a él “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” 1 Juan 3:2

2- La capacitación de Dios

Los hijos de Dios pasaron por todo tipo de situaciones que sirvieron para formar su carácter y demostrar con hechos su amor, entrega y confianza en Dios, tuvieron que sufrir desde la ofensa verbal, hasta la muerte violenta, enfrentando peligros y circunstancias sumamente difíciles, que pensándolo bien… resultan extrañas, puesto que si estos hombres eran conforme al corazón de Dios, la lógica humana nos dice que debió ser todo lo contrario. Después de todo, se predica en la actualidad que los hijos de Dios deben ser prósperos y que deben gozar de las abundantes bendiciones del Padre celestial. Por el contrario, cuando un cristiano no posee bienes materiales y las cosas parecen irle de mal en peor, piensan que es debido a algún pecado oculto que lo mantiene atado.

Suponen que la pobreza, la enfermedad y la aflicción no debe ser normal entre los cristianos, sin considerar que toda la Biblia dice que los hijos de Dios han sido puestos por Dios para ser semejantes a su Hijo y de la manera que el padeció de igual manera nosotros los cristianos, por esta razón Pablo se “GOZABA” en las circunstancias difíciles “ 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 11 Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.” 2 Corintios 12:9-11

¿Porque Dios permitió que siervos como David, Isaías, Job o Pablo sufrieran injustamente?… ¿Es acaso que Dios ama más a los cristianos modernos, que a los del antiguo tiempo?… ¿Porque un Padre de amor deja que sus hijos sufran? Estas preguntas muy pocos cristianos se atreven a hacerlas puesto que saben que no encontraran respuestas conforme a la escritura, sino en base a razonamientos humanos. La persecución, la angustia y la necesidad son parte de la formación de todo siervo fiel. Tomemos como ejemplo a José cuyos hermanos pretendían asesinarlo, pero que un acto de misericordia, lo vendieron; después de muchos años de prisión y desaliento fue exaltado por Dios a una posición que al final resulto ser de bendición para aquellos que pretendieron hacerle un mal. Podemos citar muchos ejemplos como Daniel, Jeremías, Jonás, Isaías y muchos mas que hoy son considerados como “verdaderos” siervos de Dios pero que en su momento eran perseguidos, maltratados y hasta asesinados únicamente por ser fieles a Dios. Esta aparente locura es frecuente mal interpretada por aquellos que no conocen a Dios pero que rebozan en conocimiento religioso, y consideran que los verdaderos cristianos son aquellos que tienen dinero o fama.

Evalúan al cristiano según la medida del mundo y desatienden la aprobación de Dios. Aun no se dan cuenta que el cristiano debe ser probado como el oro y que las necesidades y privaciones que los Hijos de Dios deben pasar son parte de la preparación de Dios. El Padre quiere formar el carácter de su hijo Jesucristo en su Iglesia y esto lo hará de la misma manera que lo hizo con el, esto es, por medio de la tribulación. “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” Romanos 8:17 El tipo de padecimientos de los que habla Pablo son exactamente los mismos que TODOS los apóstoles y discípulos sufrieron; es decir, no se trata de los padecimientos que todos los seres humanos pasamos en nuestra vida, como el pagar la renta, problemas familiares, la muerte de un ser querido o por enfermedad, sino de sufrir por predicar el verdadero evangelio del Reino.

“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.” Mateo 5:10 Jesús no dice que son bienaventurados los que son perseguidos por las autoridades por cometer algún delito. Dice que son bienaventurados los justos que padecen persecución por causa de su justicia, tal como lo afirma Pedro “ 12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 15 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 16 pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 18 Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador? 19 De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.” 1 Pedro 4:12-19

Dios prepara a sus hijos por medio de este tipo de tribulaciones, contrario a la mentalidad del mundo estas situaciones sirven al cristiano para prepararlo para Reinar junto con Cristo, en ninguna manera el método de Dios esta equivocado. Los verdaderos siervos de Dios fueron y serán preparados de la misma forma, porque el no ha cambiado y nunca lo hará. Si Dios te ha elegido como Hijo ten seguro que también pasarás por circunstancias muy difíciles “ 6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. 7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos”Hebreos 12: 6-8

3- Son necesarias las obras para agradar a Dios

Ya hemos dicho que el primer paso hacia el Reinado y Sacerdocio, es en primer lugar, la elección de Dios, luego la preparación Dios de aquellos que eligió para que por medio de ella sean perfeccionados y alcancen las promesas. Estos dos puntos le corresponden a Dios cumplirlos como parte del pacto que el mismo ha establecido con los hombres, pero ahora veremos la parte del pacto que corresponde a los hombres. Un pacto se define como: “Concierto o tratado entre dos o más partes que se comprometen a cumplir lo estipulado” es decir, un pacto cualquiera que sea nunca puede ser unilateral, siempre requiere un compromiso de ambas partes. Lógicamente la parte difícil le corresponde a Dios, tal como sucedió con el pacto que Dios hizo con Abram “ 1 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. 2 Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.” Génesis 17:1-2Abram debió cumplir con el requisito de ser perfecto delante de Dios, es decir, que Abram tenia que obedecer las ordenanzas de Dios por medio de la Fe; tal como lo hizo cuando sacrifico a su único hijo Isaac; el resto, es decir hacer que Sara concibiera un hijo a la edad de 75 años, hacer una nación poderosa a partir de ese único niño, entregar una tierra que ya estaba ocupada por varios pueblos después que se cumpliesen 400 años y hacerlos prosperar en ella, correspondió a Dios.

El pacto que Jesucristo estableció también requiere de la acción de los hombres para que puedan participar en dicho pacto “ 35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.”Hebreos 10: 35. En esta parte es donde muchos se han equivocado, y formado una serie de doctrinas alrededor de la ellas. Unos dicen que no son necesarias las obras y otros que las obras son necesarias para alcanzar las promesas. La escritura pareciera contradecirse cuando dice por ejemplo que: “ 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.” Efesios 2: 8-9 pero por otra parte dice que la fe sin obras dicha fe esta muerta, tal como lo presenta Santiago “ 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.”Santiago 2:16-18 Esta aparente contradicción podría llevar a muchos a pensar que debemos obedecer a Pablo, porque en todo caso, es lo mismo que predican los líderes en la actualidad.

La gran mayoría de los predicadores enseñan que los cristianos no debemos hacer obras para ser salvos, pero Pablo, en ninguna manera estaba contradiciéndose a si mismo, ni a Santiago, puesto que el mismo enseñó que debemos hacer obras para agradar a Dios. Pablo dijo que cada uno de nosotros pagara conforme a nuestras obras “ 5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,” Romanos 2: 5-7 Cuando Pablo se refería a las “OBRAS” estaba haciendo referencia a las “OBRAS DE LA LEY DE MOISES” la cual era única y exclusivamente para el pueblo de Israel “ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas” Hebreos 9:10 es decir, la ley de Moisés fue efectiva hasta que Jesucristo apareció, posterior a su muerte, las obras de la ley que consistían en sacrificios de animales y los rituales desaparecieron. De manera que Pablo se refería a las obras de la ley cuando decía que ningún hombre puede ser justificado por ellas “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado” Romanos 3:20

Otra vez más, Pablo nos confirma que las “Obras” a las que se refiere, no son la bondad y la misericordia hacia los demás,… sino a las obras de la ley de Moisés “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.” Gálatas 2:16 por si algún cristiano no lo sabe, déjeme decirle que la Ley de Moisés en ningún momento, es para los pueblos gentiles, es decir, todos los que NO son Israelitas nacidos de padres judíos son gentiles y la ley de Moisés no es para nosotros. Es así como las obras que hicieron Jesús y todos sus discípulos son las obras por las cuales seremos juzgados en el día del juicio, ya que la palabra de Dios dice, que todos los cristianos, debemos ser como nuestro Padre celestial: misericordioso y que ama a los hombres sin excepción; pero también es Dios justo, que no pasará por inocente al culpable. ¿Culpable de que?

Mucha gente piensa que los cristianos no serán juzgados por Dios o que por el hecho de asistir a una congregación los convierte en seres casi angelicales; sin embargo, la realidad es otra, existen personas dentro de las congregaciones que son impíos, que lo único que les interesa es aquello que los beneficie no importando, si eso significa hacer trampa o engañar a sus mismos hermanos, “ 10 Porque la tierra está llena de adúlteros; a causa de la maldición la tierra está desierta; los pastizales del desierto se secaron; la carrera de ellos fue mala, y su valentía no es recta. 11 Porque tanto el profeta como el sacerdote son impíos; aun en mi casa hallé su maldad, dice Jehová. 12 Por tanto, su camino será como resbaladeros en oscuridad; serán empujados, y caerán en él; porque yo traeré mal sobre ellos en el año de su castigo, dice Jehová.” Jeremías 23:10-12

Dios no pasara por alto la maldad de aquellos que diciéndose cristianos, son peor que la gente del mundo, estos falsos cristianos engañan a su prójimo desde las bancas o desde el pulpito de las congregaciones, único que les importa es cuanto dinero obtendrán “ 10 ¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable? 11 ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas? 12 Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca” Miqueas 6:10-12 Cada una de nuestras obras sean buenas o malas son registradas en libros que serán abiertos el día que el Señor juzgue a todos los hombres, pero muchos trataran de justificarse delante de Dios, diciendo que no lo sabían o que su pastor les dijo algo diferente, pero esto, no bastara para evitar las consecuencias, puesto que la voluntad de Dios esta escrita y al alcance de todos “ 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. 41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber” Mateo 25:40-42

Todos los cristianos seremos juzgados por las obras que hagamos, en ninguna manera podemos evadir esta ley de Dios, puesto que ßl mismo la estableció. La escritura dice que la recompensa dependerá de las obras que hagamos, esta es la parte que nos corresponde a nosotros los cristianos. Dios desea que sus hijos lo glorifiquen mostrando al mundo la compasión, el amor y la misericordia hacia los hombres de la misma manera que Jesucristo lo hizo “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5:16 Absolutamente, todo lo que hagamos tendrá repercusión en la eternidad, especialmente para los hijos de Dios, de modo que la posición que alcancemos en el reino de Dios dependerá de estos tres factores.

Los Vencedores

Jesús dijo a sus discípulos que ellos reinarían sobre las doce tribus de Israel “Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel” (Mateo 19:28) esta declaración demuestra que los discípulos ya tienen un lugar de autoridad reservado en el Reino de los cielos. Note que el Señor dijo “os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel” es decir, el pueblo de Israel será gobernado por doce reyes que son cada uno de los apóstoles, uno por cada tribu. Los Apóstoles reinaran sobre millones de israelitas, de manera que los discípulos van delante de muchos cristianos, porque a ellos les fue dado primeramente, la promesa de ser Reyes. Pablo fue elegido por Dios para predicar el evangelio del Reino a los gentiles, fue preparado por Jesús por medio de revelaciones; al final el esfuerzo y tribulaciones por causa del evangelio hicieron que Pablo alcanzara esa corona.

El dijo que peleó la buena batalla de la fe “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.(2 Timoteo 4:8) La corona es un símbolo de autoridad que se obtendrá únicamente perseverando en la verdad “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono»; (Apocalipsis 3:21) Pablo en ninguna manera dijo que los galardones se consiguen sentados; es con esfuerzo y dedicación que se consigue cualquier cosa en el mundo ¿como esperamos obtener galardones, sin esfuerzo, en el Reino de los cielos?

“ 24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire” (1 Corintios 9:24-26) Muchos desean obtener lugares privilegio en el Reino de los Cielos, tal como lo deseaban Juan y su hermano, Mateo 20:19-21 pero los deseos no son suficientes, sino que este privilegio es dado únicamente por el Padre que esta en los cielos, quienes alcancen este galardón se sentaran con El Padre, junto con Jesucristo en su trono de Gloria.

Muchos cristianos llorarán en aquel día porque lo desearon pero no lo obtuvieron, aunque hayan trabajado en cualquier ministerio‼: “ 28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. 29 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. 30 Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros». (Lucas 13:28-30) estos, especialmente los religiosos, lloraran de ira, porque verán a otros que calificaron de PERDEDORES, sentarse en los principales puestos en el Reino de Dios; y ellos quedarán fuera, porque siguieron falsas enseñanzas, aunque escucharon la verdad; prefirieron hacerse los desentendidos que tener valor de hacer la voluntad de Dios, defendiendo con valentía su FE, más que seguir a sus líderes y la corriente doctrinal de su congregación, aunque estuvieran equivocados. De modo que los únicos que serán Reyes y Sacerdotes, son los que alcanzaron la estatura del varón perfecto y que han sido elegidos por Dios desde antes de la fundación del mundo, ellos son los hermanos de Jesús, los hijos de Dios que participaran de la primera resurrección “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años” (Apocalipsis 20:6)

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